CULPABLES
O INOCENTES

El juicio empezó el 7 de mayo de 2019. A Keith se le acusa de seis cargos que incluyen: tráfico sexual, trabajo forzado, explotación sexual de menores de edad, fraude electrónico y violaciones a las leyes federales de extorsión. En las audiencias en la corte durante las últimas semanas se han mencionado los nombres de varios mexicanos, unos que formaban parte del círculo más cercano del acusado, otros por ser sus parejas o posibles esclavas sexuales y otros como miembros de alta jerarquía y propietarios de las filiales de sus empresas en México. La evidencia GX362 de la fiscal estadounidense Moira Kim Penza fue un esquema del primer círculo de la organización, con la fotografía de Keith Raniere al centro rodeado de 25 fotos, 11 de las cuales corresponden a mexicanos: Emiliano Salinas, Loreta Garza, Mónica Durán, Alejandro Betancourt, Rosa Laura Junco, Daniela Padilla, Jack Levy, Ivy Nevares, Camila, Mariana y Daniela.

Estas últimas nacieron en Matehuala, y cuando ellas y su hermano eran prácticamente niños, sus padres, después de tomar varios cursos, decidieron, como muchos otros, dejarlo todo y, embelesados por ESP, irse a vivir a Albany.  Ése fue el principio del fin de la familia. Una que, a pesar de no corresponder al perfil de las personas enroladas, tenía varias características que le convenían a Raniere: una, la profunda lealtad de todos a la misión ESP; otra, una de las niñas, Daniela, tenía una mente brillante, de esas que le gustaban a Keith. Daniela abandonó la universidad en Suiza para entregar su vida a la “transformadora misión de ESP”, pero después de un problema migratorio, regresó ilegalmente a Estados Unidos, ayudada por Raniere, favor que le fue cobrado con trabajo forzado. Fue encerrada por más de dos años en una habitación, fue esclava sexual de “Vanguard”, estuvo embarazada y fue obligada a abortar.

Camila y Mariana, las hermanas de Daniela, también estuvieron embarazadas y también tuvieron que abortar. Después de varias interrupciones de embarazos previos, Mariana tuvo un hijo; ¿su apellido? Raniere. Camila forma parte de la sorodidad. Nada parecía suficiente para sacarla de DOS. La siguiente evidencia, la GX363 muestra un esquema mucho más reducido en el que aparecen las fotos de mujeres que formaban parte del supuesto grupo de esclavitud sexual, ya sea como “dominantes”,  o como “sumisas”.  De ocho fotografías, cinco corresponden a mexicanas, una de ellas es Camila, las otras son Daniela Padilla, Loreta Garza, Mónica Durán y Rosa Laura Junco.

La versión taquigráfica de todos los días del juicio, obtenida por la que escribe, es material que nadie que no forme parte del proceso judicial puede tener, pero yo la he recopilado día a día. Son, hasta el momento en el que termino este texto, más de 4 mil hojas. Con mi equipo he revisado todas, una a una. Hemos encontrado cada una de las declaraciones en las que se habla de algún mexicano, las hemos separado por días, por temas, por nombres. Es contundente, se habla de todos y de todo. Destaca la participación de Emiliano Salinas y de Rosa Laura Junco.




Está la evidencia de la operación de DOS, de la forma en la que las mujeres eran reclutadas, la jerarquía que iban alcanzando, las ceremonias de marcaje, y el inicio así de una sumisión, en muchas ocasiones sexual, ante Raniere. Y está la evidencia de la participación activa de los mexicanos en DOS. Un testimonio, el de Lauren Salzman, empieza con la pregunta del fiscal: ¿Quién la reclutó a DOS en enero de 2017?”. La respuesta es “Keith y Rosa Laura”. El fiscal responde: “¿Se refiere usted a Rosa Laura Junco?”. La respuesta es “Sí”. En lo que va del juicio y al cierre de esta edición, el nombre Rosa Laura Junco, Laura o “Laureis” –su apodo–, se ha mencionado unas 110 veces. A ella se refieren como la quinta en la línea jerárquica de DOS, como la encargada de guardar el material comprometedor, o colateral, de las reclutadas, y como propietaria de un inmueble que servía como sede del grupo. Rosa Laura, según los testimonios, pudo haber reclutado a por lo menos 10 mujeres para formar parte del grupo secreto.

El nombre Emiliano Salinas, a la fecha, se ha mencionado en 50 ocasiones. A él se refieren como el mexicano de mayor relevancia en la organización y una de las personas más cercanas a Raniere. En la audiencia del 14 de mayo, la fiscal lo nombra “coconspirador” en una red de espionaje en la que por medio de correos electrónicos extorsionó a los enemigos de la organización. En días posteriores, por lo menos dos testigos en calidad de víctimas aseguraron haber enterado a Emiliano de las prácticas sexuales de Raniere. Otros apellidos de mexicanos se han mencionado. Garza 35 veces, Betancourt 26 y Levy 14. Tras la publicación de lo ocurrido en el juicio, Salinas Occelli emitió un comunicado en el que aseguraba que su relación con ESP terminó en el momento en el que se enteró de las prácticas que tienen a Raniere detenido. Sin embargo, él sabía del comportamiento sexual de éste casi un año antes de deslindarse de ESP el 18 de abril de 2018.




Lo anterior se confirma con un audio, también en mi poder y publicado ya por varios medios. Se trata de una llamada entre Salinas Occelli y uno de los principales denunciantes de NXIVM grabada en verano de 2017, en la que Emiliano confiesa saber del marcaje y dice que son prácticas que “No necesariamente están mal” y que nada da derecho a hacer algo en contra de quienes lo hacen. Al cierre de esta edición, el juicio en contra de Keith Raniere continúa. Muchos de sus colaboradores cercanos han sido testigos en su contra, entre ellos, dos mexicanas en calidad de víctimas, pero hasta el momento nadie más que Keith tiene una acusación penal. Todos los días hay audiencias y hacia finales de mes se espera el veredicto del jurado. Una coincidencia: los casos de Keith Raniere y el Chapo Guzmán comparten tiempos de veredicto.








Créditos:

DISEÑO Y PROGRAMACIÓN WEB: Diana Lobera ANIMACIÓN: Tania Domínguez